jueves, 26 de mayo de 2011

Comentario de texto: Letrilla de Quevedo


COMENTARIO DE TEXTO “PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO”
-         QUEVEDO-

ADECUACIÓN: El presente poema, objeto de nuestro análisis pertenece Francisco de Quevedo, uno de los máximos exponentes de la lírica del Siglo de Oro de nuestras letras. Se trata de una letrilla satírico burlesca.
De los diferentes elementos de la comunicación, podemos destacar el código, ya que se trata de un poema, y la consiguiente función emotiva del lenguaje, con fin de atraer la atención del receptor, que es el lector de cualquier época, siendo el propio Quevedo el emisor.
Al hilo del código podemos establecer un análisis de la métrica, y observamos que las estrofas son octetos con un estribillo final en cada una, lo que supone que sea una composición denominada letrilla, muy propia de la poesía satírica del autor que nos ocupa. Los octetos son versos de ocho sílabas menos la última, que es de cinco, y por tanto de arte menor, con rima consonante, abbaaccd.
La intención comunicativa del autor es expresar su desengaño vital, en este caso, sobre los intereses económicos que dominan las relaciones humanas y su condición. Es el cauce expresivo del que se vale el autor para denunciar esta condición social, a su juicio, hipócrita.
COHERENCIA: En cuanto a la tipología textual podemos decir que la narración es la predominante, se trata de narración en verso, a la que se subordinan otras modalidades como la descripción (referente al ámbito del dinero, situaciones y contextos en que este cobra relevancia sobre otros valores), y la argumentación, pues Quevedo, con un lenguaje claramente connotativo, opina y argumenta en favor de su tesis. Encontramos modalidad dialógica al principio del primer octeto (“madre yo al oro me humillo…”).
En cuanto al tema, podemos decir que se trata de una sátira burlesca del ser humano que se subordina a los dictámenes del poder económico.
La estructura externa, como ya se ha comentado, en este texto son cuatro octetos insertos en una estructura circular, que comienza igual que termina, con el estribillo: “poderoso caballero es don Dinero”.
En cuanto a la estructura interna podemos articular las ideas en torno a tres bloques principales. El primero, y coincidiendo con el primer octeto, es una crítica a las mujeres interesadas que se casan con hombres en base a su poder adquisitivo, no a sus sentimientos. Una segunda idea se plasma en el segundo octeto, que es la procedencia del oro español que son la colonias de ultramar, y su destino que es Italia, lugar donde reside la corte y por tanto la nobleza. Una tercera idea se ve en el resto del poema, que nos hace una clasificación de lo que supone tener dinero en cuanto a la consideración social, sin importar de donde se venga. Cualquiera es honorable si tiene dinero, tanto si es de baja ralea o de alta alcurnia, si es cristiano viejo (cualidad muy estimada en la sociedad española del XVII) o “moro” (deja claro el racismo que pervive en la sociedad hacia los musulmanes aun asentados en la península).
COHESIÓN: podemos hablar de un léxico connotativo, pues hace una crítica abierta hacia la sociedad de su tiempo.
Abunda la adjetivación, lo que relentiza el ritmo del poema (amado, amarillo, poderoso, hermoso, fiero, quebrado…).
El tiempo verbal predominante es el presente de indicativo, con valor intemporal, a lo largo de todo el poema, y las oraciones de predicado nominal, siendo el verbo más usado el verbo “ser”.
Los sustantivos son concretos (oro, mundo, España, decoro, venas, etc.), y los campos semánticos destacados son de los oficios (duque, ganadero), de la vida (nace, muere y es enterrado) y del dinero, principalmente (dinero es el hiperónimo y los hipónimos oro, doblón, amarillo…).
La sintaxis es predominantemente simple, pues la mayoría de las oraciones son de verbo único, y las compuestas son o bien yuxtapuestas, o bien coordinadas copulativas, aunque no hay muchas. Esta simpleza de la sintaxis contrarresta el ritmo lento de la adjetivación, a favor de un cierto dinamismo, a pesar de la modalidad descriptiva que siempre retarda la acción.
Observamos muchos participios: enamorado, enterrado, honrado, etc, con valor adjetival y muchas palabras derivadas (ganad/ero, poder/oso, caball/ero).
En general podemos hablar de un léxico coloquial y sencillo, con la finalidad de poder llegar a todo el mundo.
En cuanto a los recursos literarios, el principal es la personificación del dinero, ya presente en el estribillo. Se le atribuyen cualidades humanas en todo el poema.
Destacamos el uso del hipérbaton a favor de la rima (“el galán es como oro, tiene quebrado el color persona de gran valor, tan cristiano como moro”).
El asíndeton también es destacable, pues como decíamos anteriormente, apenas hay nexos y de haberlos son conjunciones copulativas.
Hay un encabalgamiento en los versos 15 y 16 (…quien le  trae al lado / es hermoso…), lo cual desajusta la estructura sintáctica de la oración.
Encontramos un paralelismo semántico (ámbito del dinero) y estructural, entre los cuatro octetos.
También reseñamos la antítesis “hermoso- fiero” y el oxímoron “da y quita”.
Para concluir, podemos hablar de alegoría, ya que todo el texto en sí es metafórico, e hiperbólico, ya que exagera la realidad aludida con el fin de recalcar su pensamiento.
Evidencia la realidad ante los ojos del lector, lo que se denomina hipotiposis, y hace uso magistral de la etopeya o descripción de caracteres, acciones y costumbres.
En cuanto a la valoración crítica, podemos decir que efectivamente, el dinero corrompe irremisiblemente al ser humano, saca lo peor de todo el mundo y tristemente, podemos decir que el dinero compra cosas, más allá de las meramente transactivas.

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